Deseas tener un cabello largo, abundante y saludable, pero no siempre el cabello crece tan rápido y fuerte. Un crecimiento capilar lento puede tener diversas causas: factores genéticos, una alimentación desequilibrada, fluctuaciones hormonales o una rutina de cuidado inadecuada. También la tensión mecánica, como el uso frecuente de calor o tratamientos capilares agresivos, puede afectar el crecimiento. Para aprovechar al máximo el potencial de tu cabello, es esencial un cuidado específico y un cuero cabelludo saludable.

HECHOS SOBRE EL CABELLO

El crecimiento del cabello ocurre en diferentes fases: la fase de crecimiento (fase anágena), la fase de transición (fase catágena) y la fase de reposo (fase telógena). Alrededor del 85 % del cabello se encuentra simultáneamente en la fase de crecimiento, que puede durar entre dos y seis años. Si las raíces del cabello no reciben un suministro óptimo, esta fase se acorta y el crecimiento se ralentiza. También un desequilibrio en el cuero cabelludo puede afectar negativamente el crecimiento del cabello.
La solución: una rutina de cuidado específica que estimule el cuero cabelludo y fortalezca el cabello con formulaciones nutritivas.